Productividad versus inocuidad la contienda perpetua

Siempre enfrentamos la productividad a otros enfoques dentro de la organización, como la inocuidad, pero lo que destaca es que la productividad suele prevalecer. Este triunfo constante se traduce en mejores volúmenes de producción. No obstante, la contrapartida es que la inocuidad a menudo queda relegada a un segundo o tercer plano, dando lugar a la premisa de que «la productividad es enemiga de la inocuidad» de esto trata este blog denominado “Productividad versus inocuidad la contienda perpetua”.

Es probable que todos hayamos escuchado hablar de la productividad, especialmente aquellos que trabajan en la industria alimentaria u otras áreas industriales. La productividad es una preocupación constante, especialmente para la alta dirección. Cada empresa establece objetivos de productividad o se embarca en proyectos destinados a acelerar los procesos.

La productividad se refiere a la relación entre lo que producimos (volumen), la cantidad producida y el tiempo empleado, considerando factores como el personal, las materias primas y la energía. En resumen, la productividad se trata de optimizar la relación entre el volumen de producción y los recursos involucrados.

La productividad es enemiga de la inocuidad

Enfrentamos el dilema de que la productividad, al perseguirse de manera exclusiva, se convierte en un obstáculo para la inocuidad en la producción de alimentos. Cuando una empresa se centra únicamente en maximizar el volumen de producción con los recursos disponibles, todos nos alineamos con ese objetivo. Nuestro cerebro se enfoca en metas específicas, especialmente si hay recompensas asociadas, relegando otras consideraciones.

Si se me incentiva únicamente por la cantidad producida, actividades como el mantenimiento de la higiene, el cambio de indumentaria para manipular alimentos o incluso la trazabilidad adecuada parecen ser una pérdida de tiempo. La obsesión por la productividad crea un conflicto inherente con la inocuidad. No estamos en contra de la productividad; más bien, abogamos por establecer objetivos balanceados.

Es crucial comprender que no tiene sentido producir eficientemente algo que nunca deberíamos haber fabricado, como señala Peter Drucker. Hemos permitido que la productividad y la inocuidad compitan, y lamentablemente, la primera siempre prevalece. La inocuidad debe integrarse como un componente esencial en la ecuación de la productividad.

La 5 formas en que la productivas ganará frente a la inocuidad

La relación entre la productividad y la inocuidad de los alimentos puede ser compleja, y hay varios factores que pueden afectar negativamente la inocuidad alimentaria en un entorno altamente productivo. En la figura 1 se presentan las 5 formas en que la productividad ganará a la inocuidad.

Figura 1: Las 5 formas en que la productividad ganará a la inocuidad

Prisas y presiones de tiempo

Productividad: En entornos altamente productivos, a menudo hay una presión constante para aumentar la velocidad de producción y reducir los tiempos de procesamiento.

Inocuidad: La prisa puede dar lugar a prácticas apresuradas, como una insuficiente limpieza y desinfección de equipos, lo que aumenta el riesgo de contaminación cruzada.

Uso intensivo de tecnología y automatización

Productividad: La automatización y tecnologías avanzadas pueden aumentar la eficiencia y velocidad de producción.

Inocuidad: La dependencia excesiva de la tecnología puede llevar a la falta de supervisión humana, lo que aumenta el riesgo de fallas en los sistemas de control de calidad.

Presión para reducir costos

Productividad: La búsqueda constante de eficiencia a menudo implica la reducción de costos de producción.

Inocuidad: Reducir costos puede conducir a la elección de materias primas más baratas o la disminución de los estándares de calidad, lo que podría comprometer la seguridad alimentaria.

Manejo Inadecuado de Residuos

Productividad: La producción masiva puede generar grandes cantidades de residuos.

Inocuidad: Si no se gestionan adecuadamente, los residuos pueden convertirse en focos de contaminación, afectando la calidad y seguridad de los alimentos.

Presiones para cumplir con la demanda del mercado

Productividad: La rápida respuesta a la demanda del mercado es esencial para mantener la competitividad.

Inocuidad: Esta presión puede llevar a prácticas de producción que comprometen la calidad y la seguridad, como la omisión de controles de calidad para acelerar la entrega de productos.

Conclusión

En resumen, mientras que la productividad es esencial para la viabilidad económica de las operaciones alimentarias, es crucial equilibrarla con medidas efectivas de control de calidad y seguridad alimentaria para garantizar que la eficiencia no comprometa la inocuidad de los alimentos.

---